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ACTUALIDAD EN ABM

La Asociación Celiacos de Albacete

Una de cada cien personas es celíaca y no lo sabe

El albaceteño Ramón Campayo es 8 veces campeón mundial de memoria rápida y plusmarquista desde el año 2003. Para este 2017 se ha fijado como objetivo lograr de nuevo el campeonato mundial. Hazaña que le convertiría en el único hombre del mundo en conseguir esta marca ya que, Dominic O’Brien el americano con el que empata a títulos, se ha retirado. Campayo es un mentalista y memorizador que se define como “forofo de la mente”. Alguien que conoce muy bien todas las actividades y procesos psíquicos conscientes e inconscientes, especialmente de carácter cognitivo. “La he trabajado desde todos los puntos de vista y conozco muy bien cómo funciona, de hecho, lo que más he hecho ha sido entrenar las capacidades mentales que todos tenemos y diseñar sistemas de trabajo y entrenamiento”, señala Campayo que se muestra más que orgulloso con el resultado.

¿Las cualidades mentales son algo que todos podemos desarrollar de igual manera? Cualquier sujeto puede entrenar para mejorar pero no todo el mundo puede acceder al nivel de competición. Es un círculo más restringido para el que hace falta un mínimo de capacidad, mucho entrenamiento, ilusión… En definitiva, el entrenamiento hace que la capacidad mental se multiplique. Es como ir a un gimnasio, si entrenas tu cuerpo el físico mejora, cuando trabajamos con la mente la evolución es más rápida que la del cuerpo. Pero hay muy poca gente que sepa cómo entrenar. E incluso, si trabajas la mente tendrás mejoras importantes a nivel físico. El voltaje del cerebro aumenta mucho y la sinapsis de las neuronas se vuelve más potente, más violenta... A fin de cuentas esto es un entrenamiento físico del que derivarán beneficios en el futuro y que pueden llevarte a evitar enfermedades degenerativas como el Alzheimer.

¿Quienes serían los perfiles adecuados para someterse a este entrenamiento? ¿Opositores y estudiantes de una segunda lengua estarían dentro de este grupo? No se trata de perfiles, no hay nadie más indicado que otros; todo el mundo puede. De hecho considero que el entrenamiento de la mente se trata de una obligación que si no cumples va en tu contra. Trabajar la mente incrementa nuestra autoestima, la seguridad, el control… Siguiendo con el símil físico si no la trabajamos sería como dejar el cuerpo abandonado en el sofá un día tras otro. Un opositor o alguien que está estudiando puede estar más interesado a corto plazo pero, al final, es para todo el mundo.

¿Cómo podemos entrenar nuestra mente? La mente es un conjunto de capacidades y lo que hay que hacer es trabajar todas y cada una de ellas. Por ejemplo, aprender a leer es fundamental, pero aprender a hacerlo muy rápido. Un estudiante universitario puede leer unas cuatro palabras por segundo y su mente procesa eso, pero si entrenas y trabajas la memoria fotográfica, por ejemplo, tu mente va cogiendo agilidad y empezar a procesar 10, 15 e incluso 20 palabras por segundo. Así incrementas tu velocidad de procesamiento mental. Incluso mejora tu capacidad de reacción al volante. Una persona cuya mente procese diez palabras por segundo considera que estoy hablando muy lento si me expreso a 2,5 palabras por segundo. Eso sería la parte de procesamiento mental que también hay que trabajarla para mejorar esa velocidad de procesamiento. Si yo quiero memorizar una cifra de 20 dígitos en un segundo lo primero que he de hacer es ser capaz de leerlo, luego he de procesar dicha información. Y si no memorizo es porque no lo valgo, no tengo capacidad y por lo tanto, habría que entrenar la capacidad de memorización. Y después está la retentiva, que es que lo que he memorizado hoy me dure mucho tiempo. Con este tipo de entrenamiento también mejoramos mucho la concentración, en definitiva sirve para mejorar cada una de las capacidades mentales.

¿Cuánto tiempo hay que dedicarle al entrenamiento? Hablamos de dos horas a la semanas. Eso sería suficiente para una persona que tampoco tuviese pretensiones de ir a campeonatos mundiales sería más que suficiente. La gente puede medir su capacidad en la web www.speed-memory.com/

¿Ejercicios como pasatiempos o sudokus son efectivos para entrenar nuestra mente? Eso es un poco light. Es mejor que no hacer nada, pero a lo que nos referimos es a entrenamientos mucho más complejos. Yo empecé haciendo pruebas de fondo y lo que he comprobado es que solo cuando trabajas a una altísima velocidad es cuando se produce esa mejora neuronal. Si a alguien le gusta jugar a las cartas o al dominó está muy bien, pero no llega a ser un entrenamiento como tal. Sería como dar un paseo al día, siempre es mejor que no hacer nada, pero no es para nada entrenar.

¿La mente joven responde mejor a ese tipo de entrenamiento¿ La edad no es un hándicap. La mente responde independientemente de la edad. Hay personas con más de 60 años que han entrado en el mundo de la competición y la verdad es que consiguen un nivel bastante aceptable. Obviamente con la edad se van perdiendo neuronas pero también vas fortaleciendo las que tienes si las trabajas.

¿Existe una relación directa entre la velocidad a la que se habla con la velocidad a la que nuestra mente trabaja? Sí, sí que hay una relación directa. Hablar rápido significa que alguien tiene muchas ideas y que quiere transmitirlas con velocidad. Puede haber casos también de personas con mucho nerviosismo, pero la relación de velocidad mental y rapidez a la hora de expresarse verbalmente sí que están directamente relacionadas.

Ha publicado varios libros para aprender una segunda lengua en una semana. ¿Qué es lo que hay en estos libros? Se habla de cómo memorizar las palabras en otro idioma porque, evidentemente, si no podemos decir ni una sola palabra nunca podremos expresarnos.

¿Son los mismos pasos para cualquier idioma? Al principio es totalmente igual y cuando ya vas entrando en Gramática algunas cosas se pueden ir dejando para más adelante porque varían en función de las construcciones gramaticales de cada lengua.

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