Llega a Albacete con ‘Las amígdalas de mis amígdalas son mis amígdalas’. ¿Qué nos ofrece en este espectáculo? ¿Por qué los albaceteños han de ir a verlo?
Han de venir a verlo porque es un monólogo muy bueno y los albaceteños tienen  muy buen gusto.
Es un monólogo de humor en el que se habla de muchísimas cosas. Casi todas aparentemente insignificantes: Los botones de los ascensores, las salas de espera de los médicos, los chándales de poliéster, las polillas, las esponjas… Y poco a poco nos vamos dando cuenta de que esos ladrillitos de cotidianidad son los que construyen nuestra vida; y de que son esas pequeñas cosas las que hacen de la vida algo realmente grande.
Además... me han dicho que voy a estar muy bien. Me han dicho que voy a estar tan bien que hasta yo tengo pensado ir a verme. Yo, que ya me he visto más veces, puedo garantizar que todo aquel que venga al teatro saldrá mejor de lo que entró.

¿Por qué nos pasamos la semana esperando a que sea fin de semana, el año a que llegue el verano… Nos da la clave en su espectáculo?
Vivir es esperar. Casi no hacemos otra cosa. Esperamos a que sucedan cosas que cuando se concretan nos dejan a la espera de otras, que cuando suceden nos dejan a la espera de otras más. La vida así: esperas, esperas, esperas… hasta que un día, cuando menos te lo esperas, expiras. En el show se habla de la espera y de la esperanza, que es la mejor manera de esperar.

Hablemos de la importancia del humor ¿Hasta qué punto puede ser importante para nuestra salud mental  ser capaces de reírnos de las cosas cotidianas y de nuestros defectos?
Importantísimo. El humor es un arma de construcción masiva. Es como el amor –mira que dos palabras tan parecidas- ninguno de los dos soluciona problemas, pero ambos hacen la vida más llevadera.
El humor funciona como un lubricante y todo aquel que no aprenda a reírse de sí mismo, está condenado al escozor.

Entre sus múltiples facetas se incluyen el humor y el teatro.  Dos elecciones arriesgadas en tiempos de crisis que parece que a usted le funcionan. ¿Tiene la varita mágica?
Todo lo que se hace con pasión acaba saliendo bien.  Creo que ese es el secreto. Mi trabajo me apasiona. No me cuesta dedicarle tiempo  y deseo que llegue el momento de  ponerme manos a la obra. A base de dedicación, uno se va perfeccionando y va aprendiendo mejor el oficio. No es una varita mágica, es una pasión. La posibilidad de trabajar y dedicarle horas a una actividad sin que escueza. Tener una pasión es tener mucha suerte.

Su trabajo le obliga a recorrer España ¿Funciona igual el mismo espectáculo en Albacete que en Galicia y viceversa. Adapta los textos en función del lugar al que vaya?
El show es el mismo. No cambio ni una coma. Siempre he intentado hacer un humor universal, sin recurrir a localismos o personajes de moda. Es el humor que me sale y el que me gusta ver. No soy bueno con imitaciones de famosos, con personajes del momento o haciendo chistes políticos.

¿Qué elementos ha de tener un buen monólogo para que enganche, no se haga demasiado largo al público y provoque la carcajada?
Vaya, ¿quieres conocer el secreto…?, ¿quieres dedicarte a esto...? Al parecer tienes una monologuista dentro, ¿no? Ahora dirás que la pregunta no es para ti, que es para un amigo. Vamos a ver, si me estás pidiendo un consejo, yo suelo aconsejar a la gente que no siga los consejos de gente como yo. Pero si alguien insiste, le recomendaría que intente hacer las cosas siempre lo mejor posible y que tenga en cuenta que nada es fácil.
Si te cuesta es que vas por el camino adecuado. Aconsejo a la gente que se forme, en sus materias y en otras distintas también, que lea, que se deje influir, pero que no imite. Leer, dejarse influir y formarse hace que uno crezca artísticamente. Así, poco a poco, uno consigue que un monologo enganche.

Para hacer reír hay que ser muy inteligente, imagino que será usted un hombre muy leído y cultivado. ¿Cómo se prepara?
No creo que para hacer reír haya que ser muy inteligente. Y para hacer llorar tampoco. Todos hemos oído eso de que hacer reír es más difícil que hacer llorar. Yo creo que no es así. Hacer reír bien y hacer llorar bien es difícil; hacer reír sin más, no. Hacer las cosas bien nunca es fácil. Cuanto mejor se prepare uno, mejor podrá cumplir su cometido.

¿Qué pasa si la gente no se ríe, le ha ocurrido alguna vez?
Ocurre mucho. Hay que poner la barriga dura, encajar el golpe y seguir.

¿Sobre qué no se puede hacer humor en España?
Vivimos una época en la que esa lista de los temas intocables se está incrementando muchísimo. Es curioso, si echamos la vista atrás, cuarenta años atrás o más, nos damos cuenta de una realidad un poco triste: Hace años vivimos una época en la no se podía hablar de nada, luego vino una época en la que se podía hablar de todo y ahora estamos en una época en la que parece que se puede hablar de todo pero en realidad no se puede hablar de nada. No sé cuál es la peor de todas.

Y la inspiración, ¿de dónde le viene?¿Un creador como usted se sienta a trabajar o de repente se encuentra con las musas mientras hace su vida normal?
La mejor fuente de inspiración es una fecha de entrega. Es el jinete que mejor espolea la imaginación. Cuando hay una fecha de entrega la inspiración aparece.

Además es guionista de ‘El Hormiguero 3.0’ un programa de éxito y de periodicidad diaria que exige mucho trabajo…
En el Hormiguero actualmente solo escribo mis piezas. Es cierto que todos somos compañeros y me gusta ayudar a cualquier miembro del equipo que ese día vaya un poco apurado. Me encanta echar una mano a los compañeros porque el trabajo en ‘El Hormiguero’ siempre es divertidísimo.
Pero si somos estrictos, yo solo escribo mis piezas.

¿A qué compañeros admira? ¿Quién o quienes consiguen hacerle reír?
Yo soy muy fan de los grandes humoristas manchegos: Muy fan de Goyo Jiménez, de José Mota, de todos los chanantes: de Joaquín Reyes, Ernesto Sevilla, Cimas, Areces… Y del padre de todos ellos, Don Miguel de Cervantes.

Desde el abandono de Eva Hache ‘El Club de la Comedia’ anda un poco de capa caída ¿Qué cree que hace falta para reflotar el formato? ¿Le gustaría ejercer de presentador?
Eva Hache es una excelente humorista, insuperable, pero creo que Ana Morgade también está haciendo un trabajo estupendo. No creo que el programa esté de capa caída o que necesite ser reflotado. Y bajo ningún concepto haría de presentador. Mis padres no me dejan presentar programas de éxito.

Este 2017 cumplirá 40 años ¿la crisis de los 40 es sólo una cosa de mujeres? ¿Considera que ha llegado a los 40 estando en lo más alto de su carrera?
Me gustaría entender mi carrera artística como una carrera de largo recorrido, no soy un sprinter. Voy haciendo las cosas despacito y como buen corredor de maratón, avanzo y no miro mucho el reloj.
Y con respecto a la crisis de los cuarenta… la vida es crisis. Cuando termina una crisis, empieza otra. Crisis del petróleo, crisis económica, crisis de los cuarenta, crisis amorosas, crisis políticas, crisis del euro, crisis alérgicas, crisis de misiles cubanos… Creo que si pasáramos veinte minutos sin crisis, enseguida tendríamos una crisis de ansiedad.

¿Qué retos profesionales tiene por cumplir?

Mi mayor reto profesional, el único te diría, es hacer lo que hago cada día un poquito mejor.